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3 Claves para convertir tu profesión en un negocio propio
¿Cómo dar el primer paso hacia la creación de tu propio negocio? Esta interrogante es recurrente entre profesionales que anhelan aventurarse en el mundo de la independencia empresarial. La experiencia acumulada durante años de trabajo en empresas aporta valiosas lecciones, pero no siempre prepara para el desafío de emprender.
Es precisamente esta falta de preparación la que detiene a muchos profesionales que sueñan con la independencia, llevándolos a postergar sus planes durante semanas, meses e incluso años. Lamentablemente, esta carencia también ha sido la causa de fracasos en algunos casos. Es importante comprender que gestionar un negocio de servicios profesionales difiere significativamente de dirigir un negocio de venta de productos en general.
No debemos considerar la falta de preparación para la creación de un negocio propio como un desastre. Más bien, es una necesidad que puede abordarse en el camino hacia el éxito profesional.
Si te identificas con alguna de las situaciones descritas anteriormente y has estado aplazando tu decisión debido a la incertidumbre sobre cómo proceder, estas claves te brindarán orientación para dar los primeros pasos:
Clave Número 1: Identificación de la Necesidad de Mercado
En primer lugar, es fundamental tener una comprensión clara de la necesidad en el mercado que planeas abordar. Es importante ser realista y comprender que no puedes crear una necesidad si esta no existe de manera natural en el mercado.
No se trata de “generar” una necesidad desde cero, ya que eso no es cómo funciona el mercado. En lugar de eso, puedes despertar una necesidad latente o estimular un sentimiento que impulse la demanda. Este enfoque se asemeja a las estrategias publicitarias efectivas que nos persuaden a consumir productos que inicialmente no considerábamos necesarios.
No se trata de crear una necesidad desde cero, sino de despertar un interés que ya estaba presente.
Es importante destacar que esta técnica puede ser menos determinante y efectiva cuando se trata de la venta de servicios, especialmente aquellos que implican compromisos a largo plazo.
Si bien puede funcionar con productos concretos, consumibles y de lujo, no debes confundir la creación de una necesidad con la creación de una nueva forma de satisfacerla.
Como menciono a menudo a mis clientes en sesiones de mentoría privada, aquí radica la clave principal: si la persona a la que te diriges (tu potencial cliente) no reconoce una necesidad real y existente, el precio que ofrezcas por tus servicios no será relevante. Incluso si los proporcionas a un costo muy bajo, es probable que esa persona no te compre, simplemente porque no necesita lo que estás ofreciendo.
Por otro lado, si esa persona descubre que tiene una necesidad, que no puede resolver por sí misma o que no es eficiente hacerlo de esa manera, y percibe el valor de tus servicios en relación con esa necesidad, entonces el dinero pasa a un segundo plano.
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Clave Número 2: Estrategia para Satisfacer la Necesidad
En esta etapa, entran en juego no solo tu experiencia acumulada en la profesión y tu formación académica, sino también tus talentos y fortalezas personales.
Aquí es donde puedes destacarte si posees creatividad, empatía con tus posibles clientes y habilidades de comunicación excepcionales. Tu capacidad para comunicar eficazmente el valor de tu servicio será fundamental.
Recuerda que podrías tener el servicio más excepcional del mercado, el más eficiente, económico y de alta calidad, pero si tus clientes potenciales no tienen conocimiento de ello o no reciben la información de manera efectiva, es probable que no generes ventas.
La forma en que satisfaces la necesidad de tu cliente es lo que diferencia tu oferta y la hace atractiva. La comunicación efectiva es esencial para asegurarte de que tu audiencia comprenda cómo tus servicios pueden resolver sus problemas o satisfacer sus necesidades.
Esta fase no solo se trata de diseñar el servicio en sí, sino también de crear una estrategia de comunicación efectiva para transmitir su valor a tus clientes potenciales.
Clave Número 3: Estrategia para Gestionar tu Negocio
Es evidente que no es viable improvisar ni desarrollar tu negocio sin una estructura y planificación sólida desde el principio. Necesitas un plan que organice y guíe tus acciones. Sin embargo, antes de crear ese plan, debes definir las acciones, estrategias y enfoques que llevarás a cabo. Esto es lo que constituye un modelo de negocio.
No confundas este término con el de un “plan de negocios”. Un plan de negocios es un documento esencial que describe en detalle un negocio y se utiliza principalmente para comunicar ideas, analizar el mercado, la competencia, estructura de costos, canales de distribución, etc.
Es un instrumento fundamental al buscar inversores o para presentaciones legales, y hay amplia información disponible en línea sobre cómo elaborarlo.
Un modelo de negocio, por otro lado, es un sistema paso a paso que te guía desde el punto A (negocio inexistente) hasta el punto B (negocio en funcionamiento y en crecimiento).
Utiliza estrategias probadas y efectivas que han llevado a otros emprendedores del punto A al punto B, y a menudo se adapta a la naturaleza específica del negocio. Un modelo de negocio es esencial para definir los pasos a seguir, establecer objetivos para cada acción, diseñar estrategias para alcanzar esos objetivos y prever qué hacer si los resultados no son los esperados.
En resumen, un modelo de negocio implica una planificación sólida en lugar de la improvisación.
Aquí es donde siempre te recomendaré encarecidamente considerar la posibilidad de contratar a un mentor especializado en negocios. ¿La razón?
Aunque puedes aprender muchas cosas de forma gratuita en línea (de hecho, estás leyendo y aprendiendo hoy sin costo alguno), adquirir un modelo de negocio implica no solo saber qué hacer, sino también cómo hacerlo.
Muchas veces, el “cómo” requiere una orientación personalizada de alguien con experiencia que pueda enseñarte y transmitirte su conocimiento, ayudándote a aplicarlo a tu propio negocio. Esto implica romper paradigmas y superar creencias que de otro modo te llevarían mucho tiempo y esfuerzo. Recuerda que, a pesar de tu experiencia, nunca has lanzado tu propio negocio antes (o si lo has hecho, puede que no haya tenido el resultado esperado), lo que te coloca en una zona desconocida.
Es común sentirse inseguro, mal preparado y lleno de dudas en esta etapa. Por eso, es esencial contar con un mentor o entrenador profesional.
Hasta aquí, has explorado las claves fundamentales que son esenciales para diseñar y poner en marcha tu propio negocio. ¿Cuál de estas claves ya tienes consolidada y cuál necesitas fortalecer? ¿Cuál será tu próximo paso?
